Es imposible imaginar el paisaje montañoso suizo sin ellas: las «Maiensässe». En Suiza hay alrededor de 200 000 cabañas alpinas de este tipo. Muchas de las cabañas que se utilizaban para la agricultura ahora están vacías o en malas condiciones.

Olivier demuestra que las cosas se pueden hacer de otra manera. Ha convertido siete «Maiensässe» en el solitario Val d'Hérens en elegantes alojamientos, que ahora invitan a descansar rodeados de naturaleza salvaje. Qué tiene de especial: desde cada ventana se puede contemplar la naturaleza virgen, acompañada por la fuerza de las montañas y el piar de los pájaros. Todo lo que se necesita para desconectar de verdad.

La idea de Anako Lodge surgió gracias a los recuerdos de infancia de Olivier y a su temprana fascinación por el arte de transformar y mejorar los objetos. Para este laborioso proyecto, dio tanta importancia a la historia de las construcciones como a la implementación sostenible: las «Maiensässe» se reformaron con materiales reutilizados y su parte exterior se dejó prácticamente intacta.

«Cuando hago transformaciones, el objeto me dice lo que tengo que hacer. No al revés». En el caso de Anako Lodge, Olivier creó a partir de «Maiensässe» en ruinas un lugar en el que sentirse bien tanto en solitario como en compañía, y donde conectar con la naturaleza. Y todo rodeado de arquitectura moderna.

Olivier creció en el pueblo medieval de Saillon, en el cantón de Valais, y se formó como dibujante. Junto con unos amigos, decidió continuar sus estudios y se graduó en la Escuela de Arquitectura de Friburgo. Nada más terminar sus estudios empezó a interesarse por la sostenibilidad y el arte de transformar los objetos. Así nació Anako Lodge, siete casas tradicionales llamadas «Maiensässe» en las montañas del Valais, que a Olivier le recuerdan a su infancia en la montaña.

Olivier da gran importancia a la sostenibilidad tanto en su vida privada como en su trabajo. Al mismo tiempo, promueve el turismo con sus proyectos. Por eso, para él es aún más importante que los viajeros piensen detenidamente en los destinos que eligen y en cómo se desplazan.

Para reducir su huella de carbono, utiliza el transporte público en la medida de lo posible, y hace varios años que no vuela. A la hora de elegir alojamiento, recurre al agroturismo o a hoteles responsables. También ha plantado varios árboles en su jardín, siempre con la idea de reducir su huella y contribuir individualmente en todo lo posible a la protección del clima. 

En los últimos años, el interés por la naturaleza ha aumentado en toda Suiza. A Olivier le gusta elegir lugares de interés de difícil acceso o aún no demasiado conocidos. Nos ha revelado algunos de ellos.