Ya de niño, Hanno Schwab sentía una fuerte conexión con la naturaleza, especialmente con las montañas. Nacido en el Allgäu, ya esquiaba a los tres años y con el paso de los años fue acrecentando su amor por el mundo de la montaña y las actividades que le ofrecía.

Ya sea esquiando o en travesías de esquí: es el deseo de libertad y aventura, pero también la tranquilidad de las montañas, lo que le sigue fascinando y le aporta el equilibrio ideal para su agitada vida cotidiana.

En 2007, Hanno Schwab sufrió un grave accidente de parapente. Los médicos le dijeron a su pareja que debía despedirse de él. El propio Hanno estaba intubado en ese momento y no podía reaccionar, pero oyó toda la conversación y lo tenía claro: "¡Oye, no he terminado aquí!» Sobrevivió, pasó diez semanas en el hospital y tardó más de un año en recuperarse.

Pero esos difíciles momentos también le enseñaron cosas valiosas. A partir de entonces, da menos importancia a la opinión de los demás. Aprende a disfrutar especialmente de las pequeñas cosas y se da cuenta de que la vida es demasiado corta para dudar cuando se tiene una idea en mente.

Esta actitud da al joven arquitecto la confianza en sí mismo para seguir su convicción. En 2012, en contra de todas las voces críticas, fabricó sus primeros esquís sostenibles.

Un «Early bird» es alguien que es de los primeros en disfrutar de algo. Por ejemplo, los ansiosos esquiadores de montaña o de travesía que suben a las montañas a primera hora de la mañana para ser los primeros en hacer giros en la ladera recién cubierta de nieve.

«Earlybird» es también el nombre de la marca de esquí de Hanno Schwab. «No solo queríamos ser los primeros en la montaña, sino también los primeros en liderar nuestra industria hacia un futuro más ecológico», dice Schwab al describir el nombre.

La idea surgió de su necesidad de construir el esquí de freeride perfecto. Pero después de un solo día en el taller, me goteaba la nariz y me picaban las manos. Schwab sintió las consecuencias de los productos químicos que estaba utilizando. Así que hubo que recurrir a otros materiales.

«Como entusiasta del esquí de travesía y del alpinismo, fue un reto personal para mí construir un producto altamente técnico como un esquí siguiendo nuevos principios», comenta Schwab. A pesar de las voces críticas de la industria, siguió adelante.

En la actualidad, todos los esquís de earlybird se fabrican con materiales biológicos y reciclados. El armazón está hecho de madera de origen sostenible, y Schwab y su equipo también utilizan resina de base biológica y cera de esquí natural.

Hoy en día, Hanno Schwab es respetado y aplaudido en todo el mundo por la innovación de sus productos. Para él, este es un ejemplo de cómo las soluciones tecnológicamente sofisticadas también pueden lograrse en armonía con la naturaleza. Mucho más allá de la industria de artículos deportivos.