Costumbres y tradiciones
Galería de medios
Introducción
El encuentro de distintas tradiciones y culturas desde siempre ha hecho de este país un crisol en el corazón de Europa. En la cosmopolita Suiza, la creación cultural se caracteriza por su diversidad.
De la creación artística al mercado de arte
Atendiendo a su tamaño y a su número de habitantes, Suiza es uno de los países más importantes artísticamente hablando.
No puede hablarse de un arte típicamente suizo. Son constantes las referencias al entorno de los Alpes y se tiende una y otra vez a la modestia, pero, en general, la creación artística suiza es como el propio país, bastante heterogénea. Lo que sí es típico de Suiza es la enorme cantidad de lugares donde es posible admirar y comprar arte. Casi ningún otro país del mundo cuenta con tantos museos per cápita como este. Además de ellos, numerosas galerías, subastas y ferias internacionales y regionales hacen las delicias de aficionados al arte de todo el mundo.
Arquitectura, diseño y moda
Si hablamos de arraigados productos fruto de la creatividad de arquitectos y diseñadores, Suiza se encuentra en plena forma.
Pocos países de este tamaño pueden presumir de una escena que haya sido observada, admirada y copiada durante tanto tiempo. El mundo debe a Suiza algunos iconos, como el Estadio Olímpico de Pekín o el Museo de Arte Moderno de San Francisco, el Che Guevara de René Burri o el joven de la flauta de Werner Bischof, la tumbona de Le Corbusier o el reloj de Max Bill, tipografías como Frutiger, Helvetica o Univers, y todos los productos cotidianos del Museo de Arte Moderno: muebles USM-Haller, bolsas Freitag, el primer Swatch o la navaja multiusos.
Cine y fotografía
La cinematografía suiza vive sus mejores tiempos. Por cuota de mercado y entradas vendidas, 2013 fue el mejor año para el cine suizo desde el éxito de "Las chicas de la lencería" en 2006.
Aunque su calidad artística es absolutamente magnífica, las películas suizas en concreto no gozan de una fama especial. Al contrario que los documentales: según datos de Swiss Films, en los últimos cinco años se han rodado en Suiza el doble de documentales que de largometrajes. Entre tal producción se pueden encontrar auténticas perlas que acuden regularmente como invitadas a grandes festivales, como el de Berlín o el de Cannes.
Literatura y teatro
Durante mucho tiempo, hablar de literatura de Suiza era hablar sobre todo de literatura sobre Suiza. Paul Nizon, Niklaus Meienberg, Franz Hohler, Thomas Hürlimann o Hugo Loetscher: la tormentosa relación amor-odio con la patria era un argumento recurrente
Por el contrario, las nuevas generaciones abordan en su literatura temas globales, como la propia vida, el amor, el sexo y las relaciones de pareja. Esto hace que los autores suizos despierten cada vez mayor interés, y la correspondiente atención, fuera del país. Bonitos éxitos cosecha también la animada y variada escena teatral suiza, con conocidos nombres como Barbara Frey en teatros establecidos, con valientes representaciones a cargo de la escena independiente o con espectáculos de grupos de aficionados, que gozan del favor del gran público suizo
Música y danza
Suiza rebosa música. Aquí se celebra el mayor número de festivales de Europa y el mundo de la danza también goza de muy buena salud.
Hoy en día, la música en Suiza es bastante polifónica, lo cual tampoco resulta sorprendente en un país federalista y multicultural como este. Jazz, ópera, hip-hop, música de instrumentos de viento, punk, rock en dialecto, música folk helvética, sonidos de los emigrantes de los Balcanes: todo ello convive en armonía en la escena musical suiza. Muchas ciudades pueden permitirse también el lujo de contar con compañías de ballet profesionales, de las que sobre todo el Heinz Spoerlis Zürcher Ballett y el Béjart Ballet de Lausanne son las que mayor fama internacional tienen. En Suiza occidental se celebra el Premio de Lausana, un concurso internacional para jóvenes bailarines y bailarinas.